En el año 1991 salió a la luz una de las primeras líneas de figuras coleccionables de Dragon Ball Z, y esta fue la Super Collection. Lo que destacaba y sigue destacando de esta colección es la calidad de las esculturas, que incluso a día de hoy, más de 30 años después de su lanzamiento, se siguen viendo muy bien, incluso mejor que muchas actuales.
Estas figuras estaban hechas de Vinilo suave y pintadas a mano, lo que en términos japonés conocemos como «SOFUBI», misma técnica utilizada para crear muchas de las figuras de los «KAIJUS» japoneses.
Esta línea no estaba destinada a venderse a gran escala en las jugueterías de todo el mundo, de hecho, se vendieron solo en Japón y su precio era bastante elevado para la época.
Aun así, eso no impidió que estas figuras llegarán al resto del mundo, importadas por tiendas especializadas, ya que en esa época, Dragon ball Z ya era un fenómeno de masas y había mucha demanda de figuras.
Suponemos, que debido al elevado precio de estas figuras, su mercado se vio muy reducido, eso sí, un año después la misma BANDAI empezó a producir otra línea de figuras de Dragon ball Z, esta vez si, a gran escala para abastecer la gran demanda creciente que había en aquel momento, y a un precio mucho más asequible, la Super Battle Collection, que se convertiría en un éxito de ventas a nivel mundial, y en una de las líneas más queridas para los niños de esa época.
En resumen, la Super Collection es una línea de figuras de gran calidad y no muy extensa cosa que la hace mi colección de figuras vintage favorita de Dragon Ball.